No es fácil ser autónomo, sobre todo cuando trabajas por tu cuenta exclusivamente tú, sin empleados ni nadie que te ayude para sacar a flote tu pequeño negocio. Todos los meses hay unos pagos fijos que hay que realizar independientemente de los ingresos de los que se disponga, como por ejemplo el pago de la cuota de autónomos. Pero también alquiler, la luz, el agua, internet u otros gastos que pueda haber consecuencia del local en el que se trabaja o del almacén en el que se guarda el material, o incluso letras del coche en el que se realizan los desplazamientos.

El problema viene cuando la salud no acompaña y no se puede llevar a cabo el trabajo. Una baja puede ser todo un problema para el autónomo ya que tendrá que seguir haciendo frente a gran parte de los pagos, pero sin recibir casi ingresos, ya que el dinero que cobra cuando está de incapacidad temporal suele ser muy inferior a lo que cobra trabajando. 

En algunas ocasiones, las bajas laborales se alargan debido a los retrasos a la hora de poder realizar pruebas, de visitar a un especialista o de conseguir acudir a rehabilitación. Y esto hace que se pierda más y más dinero. Por este motivo, muchos autónomos optan por Contratar Seguro medico autonomos. Estos seguros médicos están pensados precisamente para este tipo de profesionales y solucionan gran parte de estos problemas.

Los pacientes son atendidos con gran rapidez, por lo que las esperas innecesarias desaparecen. Las pruebas se llevan a cabo con rapidez y las visitas a los especialistas o a los rehabilitadores son prácticamente automáticas. Muchos de estos seguros médicos se refuerzan con otro tipo de seguros que cubren económicamente los gastos del autónomo mientras no puede trabajar. Gracias a este dinero, el trabajador puede recuperarse en su hogar sin preocuparse por cómo pagará sus facturas.

Evidentemente, un autónomo quiere volver a trabajar lo más pronto posible ya que un cliente no atendido será un cliente perdido, tal vez para siempre. Pero la tranquilidad de saber que sus enfermedades serán atendidas con rapidez siempre es muy importante. Sobre todo, porque en algunos casos la atención a tiempo puede llegar a evitar la baja, favoreciendo una recuperación muy rápida antes de que la enfermedad invalide al autónomo para la realización de su actividad laboral.