UNOS DIENTES FUERTES

Con el paso de los años me estoy dando cuenta de que he tenido una gran suerte con los dientes, ya que casi todo el mundo que me rodea ha tenido algún problema relacionado con sus dientes. En mi familia por norma general hemos tenido unos dientes relativamente sanos, pero dentro de mi familia hay de todo también. Uno de mis tíos tuvo que contratar un seguro dental para toda la familia porque sus hijos que son mis primos sí que tuvieron mala suerte y les tocó la dentadura débil de la familia por lo que os podréis imaginar la gran cantidad de problemas bucales que han tenido a lo largo de su vida. Personalmente siempre pienso que me han tocado los mejores genes de la familia ya que no tengo los problemas médicos que suelen tener el resto de mi familia contando a mi núcleo familiar, siempre les digo que yo estoy hecho de otra pasta diferente a ellos.

En mi pandilla también se ven esas diferencias de genética, ya que hay algunos de mis amigos más cercanos que ya cuando éramos adolescentes les faltaban unos cuantos dientes en la boca, mientras que a mi se me resiste a caer mi último diente de leche y aún hoy en día sigue ahí. Supongo que ya no creo que se vaya a caer y seguirá ahí para siempre porque no hay ninguna señal que indique que vaya a ser de otra manera

Puedo decir con libertad que cuando era un niño no es que me cuidase demasiado la dentadura y casi solamente me lavaba los dientes los viernes cuando iba a comer junto con mis hermanos a casa de nuestros abuelos y porque nos obligaban a lavarlos justo después de comer. Si nuestra madre hubiese sido un poco más estricta supongo que me hubiese lavado un poco más los dientes de niño, pero hoy en día he cambiado mucho mis hábitos de higiene y me lavo los dientes con bastante asiduidad, cosa de la cual les hubiese gustado ver a mis abuelos.