Cómo limpiar las ventanas y cristales

Cuando tenemos estores paqueto debemos tener un correcto mantenimiento y limpieza tanto de la persiana como de los cristales de las ventanas. Así que una vez que nuestros marcos de las ventanas con estores paqueto y nuestras persianas están totalmente limpias, podemos pasar a la limpieza de los cristales. Para ello necesitaremos contar con los productos y materiales adecuados. Estos productos que pueden utilizarse son mayoritariamente tres:

  • Amoniaco: Este producto tiene un efecto desengrasante ideal para poder limpiar nuestros cristales. Eso sí, hay que tener en cuenta que, al ser un producto abrasivo, es necesario rebajarlo con agua y utilizar guantes cada vez que vayamos a emplearlo como producto de limpieza. Gracias al amoníaco podremos acabar con la grasa de los cristales en algunas zonas de nuestra casa como la cocina.

 

  • Vinagre: gracias al vinagre podremos dar un mayor brillo a nuestros cristales mientras los limpiamos. Pero no vale con utilizar vinagre puro, sino que al igual que ocurría con el amoniaco, es necesario diluirlo en agua, en este caso tibia, y mezclarlo también con un poco de limón o de lima para disimular el fuerte olor. Luego podemos verter la mezcla en un pulverizador para poder utilizarlo con mayor facilidad.

 

  • Almidón: este es otro de los productos por excelencia para poder limpiar los cristales y los estores paqueto, y como ocurría en los casos anteriores, es necesario rebajarlo con agua. En este caso, por cada medio litro de agua podemos añadir media cucharada pequeña de almidón y luego utilizar una esponja con esta mezcla para limpiar el cristal en cuestión. Para retirar el almidón podemos utilizar un papel impregnado con vinagre. Debemos tener en cuenta que, si utilizamos almidón, no podremos limpiar los cristales en pleno sol ya que esto hará que el almidón se seque y sea muy complicado de retirar.

No cabe duda que limpiar los cristales no resulta una tarea demasiado sencilla, especialmente cuando éstos están muy sucios debido a la grasa de la cocina o el polvo del exterior.