¿Cuántos platos se deben de poner en una boda?

Cuando se organiza una boda, una de las preocupaciones de los novios y de los padres de los novios suele ser el menú. Se quiere que este sea de calidad, que esté a la altura de lo que esperan los invitados pero que a la vez, no tenga un precio exageradamente alto. Además, no solo las comidas tienen que ser buenas, los vinos también deben de tener calidad y deben de incluir marcas como pazo baion que son todo un referente y que le aportan elegancia y calidad a la carta.

A la hora de decidir el número de platos en una boda hay que tener en cuenta varios factores. El primero de ellos es el tipo de boda que se va a hacer. No es lo mismo una boda clásica, con decenas de invitados en un restaurante especializado que una boda mucho más íntima, con veinte o treinta personas en un local más íntimo. En este último caso, el menú puede ser también más informal, sin dejar de lado en ningún momento la calidad.

La tradición también es importante. Cada zona de España tiene su manera de celebrar bodas y la gente espera algo concreto según el lugar en el que se celebren. En Galicia, por ejemplo, las bodas suelen celebrarse por todo lo alto y es habitual que haya un sinfín  de platos diferentes, en los que no faltan un buen número de mariscos. Pero en las bodas de otros lugares de España, tres platos son más que suficientes para que todos los invitados se vayan muy satisfechos y se quede a la altura.

También es importante contar con el estilo de la boda. Una boda tradicional se adaptará a la tradición, pero si los novios quieren algo más moderno pueden apostar por la alta cocina de diseño y, en este caso, la distribución de los platos así como su contenido serán muy diferentes. Esta apuesta es arriesgada, pues tal vez a las personas de más edad o a las más tradicionales en general, no les satisfaga. Pero si se conoce a los invitados y se sabe que sabrán apreciarlo, puede ser algo original y, sobre todo, inolvidable.

Como normal general, entre tres y cinco platos son más que suficientes para que cualquier boda quede perfectamente cubierta. No olvidemos que a todo esto se unen los picoteos del inicio y los postres del final.