¿Cuáles son las ventajas de contratar un seguro médico para empresas?

Por sus múltiples beneficios, la contratación de un seguro médico privado para empresas es cada vez más popular entre pequeños y grandes negocios de todos los sectores. Un aspecto ventajoso de esta clase de póliza es el ahorro fiscal, ya que las cuotas abonadas por la plantilla de trabajadores se consideran un gasto deducible a ojos de la Agencia Tributaria en el IS o Impuesto de Sociedades. 

 

Además, las coberturas y servicios incluidos en estos seguros se adaptan a las necesidades de la empresa. Un buen ejemplo de ello es la asistencia sanitaria en el extranjero, las coberturas dentales, la realización de analíticas y diagnósticos sin tiempos de espera, etcétera.

 

La disponibilidad de estos servicios beneficia no sólo a la empresa, sino también y especialmente a sus recursos humanos. Mientras que la sanidad pública adolece en ocasiones de ineficiente y de interponer trabas y tiempos de espera excesivos, la privada garantiza una mayor inmediatez, que será bien recibida entre los trabajadores afectados por dolencias que, con toda seguridad, redundarán negativamente en su productividad.

 

Con ello, se logra disminuir el temido absentismo, un problema ‘epidémico’ en el siglo XXI que repercute gravemente en el rendimiento comercial de cualquier empresa. Por consiguiente, las compañías que invierten en seguros privados de salud, recuperan su inversión a medio y largo plazo gracias a la mejora de la productividad de sus plantillas.

 

La imagen y la reputación corporativas también salen reforzadas con la contratación de estas pólizas de salud. La razón es simple: los trabajadores, al revisar los beneficios de estar en la nómina de determinadas compañías, elegirán aquellas que disponen de seguro médico. A fin de cuentas, las personas desean permanecer allí donde se las cuida. 

 

Del punto anterior se deduce que las empresas con pólizas de salud adaptadas a su negocio logran niveles de retención de empleados superiores a sus competidores. Así pues, la fuga de cerebros no es un problema para las empresas con seguros médicos.