Cómo prevenir cáncer de colon en personas con antecedentes

Gracias a los estudios que se han realizado y que continúan realizándose en la actualidad así como gracias a la colaboración de los enfermos que participaron en algún ensayo clínico para cáncer de colon hoy sabemos mucho más de esta enfermedad y tenemos más y mejores métodos para tratarla. No obstante, como sucede en todos los tipos de cáncer, la prevención continúa siendo la mejor forma de combatir contra esta enfermedad.

Los estudios a los que hemos hecho referencia nos avisan de que el cáncer de colon tiene un componente hereditario. Por tanto, si algunos de nuestros padres lo ha padecido nosotros tenemos más posibilidades de padecerlo también. No quiere decir que la enfermedad vaya a aparecer seguro, pero sí que existe un porcentaje más alto de probabilidad que en los casos en los que no hay antecedentes.

Por eso, en las personas con antecedentes se establecen protocolos de control para ayudar a detectar esta enfermedad en sus fases más iniciales. Así, combatirla es mucho más sencillo y nos podemos enfrentar a un enemigo que es posible vencer en lugar de a uno fortalecido y mucho más complicado de doblegar.

El protocolo suele consistir en alternar analíticas en las que se estudian los marcadores tumorales con la realización de colonoscopias. Dado que la colonoscopia es una prueba invasiva y molesta, si todo da correctamente la siguiente prueba de control puede ser tan solo el análisis. Solo en el caso de que aparezcan pólipos u otros problemas que puedan indicar la posibilidad de contratiempos se realizarían las colonoscopias en cada control.

También variará la frecuencia de los controles en función de la edad de cada persona, de su historial y de los resultados que arroje cada prueba. Así, en algunos casos pueden ser controles anuales, en otros casos cada cinco años y en otros pueden ser cada seis meses. 

Las personas con antecedentes de cáncer de colon también deberían de tener cuidado con su dieta, mimar su flora intestinal, asegurarse de que acuden al WC con frecuencia y evitar el tabaco y el consumo de alcohol para no añadir a su riesgo otros factores que puedan incrementarlo. Por supuesto, en caso de que se noten síntomas como sangre en las heces o cambios en su aspecto hay que acudir al médico de manera inmediata para que valore la posibilidad de pruebas diagnósticas.