Alternativas para que tu hijo no tenga que atarse los cordones

Cuando los niños comienzan a ir a la guardería y al colegio es frecuente que nos pidan a los padres que no lleven calzado con cordones. Esto es así porque los niños todavía no saben atarlos y supone un trabajo extra para las cuidadoras estar todo el día pendientes de que los niños no lleven los cordones sueltos y estos acaben pisándose y cayendo al suelo.

Por eso, para los niños es muy frecuente encontrar zapatillas con cierres de velcro, muy fáciles de cerrar para los niños y que sujetan los pies tan bien como los cordones ya que también pueden ajustarse perfectamente para apretar más o menos según el pie. Es la opción más socorrida por parte de los padres y se pueden encontrar muchos modelos de calzado con este sistema. Los niños aprenden rápidamente a ponerse y a quitarse los zapatos y ganan en coordinación al tener que ajustar las dos partes del velcro.

Otra alternativa muy buena son los cordones elásticos que se colocan y se anudan con fuerza para que el nudo sea permanente. Dado que ceden al estirar, los niños pueden calzarse y descalzarse sin tener que quitar el cordón. Dado que la apariencia es la de unas zapatillas normales, nadie notará el truco hasta que sea el momento de quitarse el calzado.

Son ideales para que los niños puedan ponerse zapatillas “de mayores” como muchos de ellos llaman a las de cordón. Así, podrán ponerse unas zapatillas estilo converse como sus hermanos mayores o como sus padres, y no habrá problema para calzarse ellos solos ni tendrán el riesgo de pisar el cordón y acabar cayéndose.

Una de las ventajas de estos cordones es que los puedes comprar en los colores que quieras y cambiar los que traen las zapatillas, adaptándolos a los colores que estas tengan o incluso a la ropa que se lleve puesta ese día. Incluso hay quién le pone imaginación y trenza varios cordones diferentes para lograr un resultado muy original y divertido.

Una variedad son los cordones elásticos que se sujetan en los agujeros de las zapatillas. Son tiras de pequeño tamaño que unen dos de estos agujeros y que quedan sujetas por la parte interna. El resultado es el mismo que el de un cordón único, solo que no es necesario un nudo para sujetarlo ya que traen sus propios sistemas.