El avance en las técnicas, el progreso tecnológico, la mejora de la comunicación y la profesionalidad de los cirujanos han conseguido que la cirugía estética pierda ese carácter oscuro y prohibitivo que tenía hace décadas. La cirugía estética ya no es solo para famosos o adinerados. Sería inexacto decir que está al alcance de todo el mundo pero sí, al menos, está disponible para muchas más personas que hace décadas.
Entre las operaciones de cirugía estética, la liposucción es una de las que goza de más éxito. Una de las principales razones del éxito de este tratamiento es los buenos resultados que depara. Es la mejor estrategia para moldear el cuerpo y una fórmula ideal en determinadas fases de nuestra vida, siempre acompañada de una alimentación saludable y ejercicio físico adaptado a nuestra capacidad.
En los últimos tiempos, un término ha venido a ampliar el concepto de liposucción: hablamos de la lipoescultura. Dependiendo de con quién hablemos nos encontraremos que en algunos casos se utiliza como sinónimo de liposucción y, en otros, se usa como concepto relacionado pero con algunas particularidades.
El hecho de incluir la palabra ‘escultura’ en el término no es baladí. La lipoescultura viene a especificar el efecto de la liposucción: moldear (o esculpir) el cuerpo. Algunos expertos en la materia introducen una diferencia esencial entre ambos conceptos. Si, por un lado, la liposucción se refiere a disolver la grasa acumulada en una determinada zona de nuestro cuerpo para luego extraerla mediante cánulas, la lipoescultura no incluye la succión en todas sus variantes, sino que en algunos casos usa la grasa disuelta para moldear otras zonas del cuerpo que lo requieran.
Así mismo, el sector de la cirugía estética aprovecha este término para darle un matiz más moderno y adaptado a los nuevos tiempos. Se pretende que la liposucción deje de ser considerada como una estrategia agresiva y sea conocida más bien por sus efectos moldeadores sobre el cuerpo.
De cualquier forma, más allá de los términos, lo que es evidente es que la liposucción ha conseguido asentarse como una de las operaciones más habituales en cirugía estética.