Decorativos, versátiles y funcionales, los estores día y noche han incrementado su popularidad en el sector del hogar y el interiorismo. Gracias a la variedad de diseños y estilos disponibles, este modelo de cortina romana es fácil de integrar en decoraciones preexistentes, permitiendo regular la iluminación y la privacidad de forma satisfactoria.
El funcionamiento del estor dia y noche es simple: consiste en la coordinación de dos telas superpuestas —una primera opaca y una segunda translúcida—, diseñadas con láminas horizontales y recogibles verticalmente por medio de un tirador. La disponibilidad de una doble capa amplía las posibilidades a la hora de manipular la entrada de la luz y la aireación de estancias, oficinas, etcétera.
Los estores noche y día se clasifican en tres tipos, en función del material utilizado, la integración del cajón y otras características. En primer lugar, este producto se comercializa en versiones enrollables con lamas textiles, provistas de un acabado decorativo que nada tienen que envidiar a las tradicionales cortinas de lino, algodón y otras telas. De este modo, mientras que una de las capas realza la estética del interior del hogar, la otra cierra la visión exterior y tamiza la entrada de luz.
Los estores de noche y día con paneles japoneses, por su parte, se distinguen por la presencia de lamas sólidas de papel wasabi u otro material similar, en sustitución de las telas sintéticas o naturales de los estores convencionales. Gracias a la sencillez y modernidad de su diseño, estas cortinas son una tendencia al alza en el mundo de la decoración y el interiorismo, teniendo una creciente aceptación en viviendas y edificios.
Los estores también pueden dividirse según la disponibilidad o no de cajón. Este elemento cumple una doble función: alojar las lamas cuando se están enrolladas y mantener oculto la polea y otros mecanismos necesarios para el funcionamiento del estor.