Hace unos pocos años una de mis amigas más cercanas tuvo que colocarse unos brackets para arreglarse los dientes por culpa de un accidente de bicicleta cuando vivía en Austria. Con el paso del tiempo se fue acostumbrando a hablar pero al principio le daba mucha vergüenza porque hablaba de una forma un poco rara. Hoy en día creo que ya le queda poco tiempo para que se lo quiten porque ya lleva con los brackets unos cuantos años, he de preguntarle a ver si sabe hasta cuando tiene que llevarlos puestos. 

Normalmente los brackets se le suelen poner a los niños o adolescentes, pero cada vez es más frecuente que los adultos también se animen a enderezarse los dientes. Personalmente, yo si quiero enderezarme un diente que tengo bastante torcido no me va a quedar otra opción que ponerme unos brackets durante un tiempo, aunque no sé si me acostumbraré a llevar eso puesto en los dientes. Porque hace años ya, un dentista le dijo a mi madre que para enderezarme ese diente tendría que quitarme otros dientes y mi madre no estaba por la labor. Su decisión me pareció acertada con los años ya que hoy en día sigo con el diente torcido pero todavía conservo todos los dientes en la boca.

Otra de mis amigas que trabaja en una clínica dental también me dice que cada vez son muchos más los adultos que se aventuran a ponerse los brackets con la esperanza de tener en el futuro una dentadura mejor que la que han tenido durante toda sus vidas. Esta amiga de la clínica dental debe de estar pasando sus últimas semanas en nuestra ciudad ya que me ha dicho que se iba a casar con un chico con el que salía hace años. Todavía no me ha explicado muy bien la historia pero ya doy por hecho que no creo que la vuelva a ver, ya que se va a vivir a Valladolid que es donde vive con el que se va a casar que en persona no le conozco, solamente he visto una foto de él hace años.