Al llegar el invierno las cartas de los restaurantes y locales de hostelería varían ligeramente y desaparecen algunos platos o al menos no se piden tanto, a favor de otros más contundentes y apropiados para el frío. Veamos cuáles son los más deseados.
1- Las legumbres. Los típicos platos de cuchara son los que mejor entran en invierno, sobre todo para comenzar la comida. Son muy versátiles porque unas lentejas o una fabada pueden ser un entrante si se hacen sin mucha carne, pero también pueden ser un contundente plato único cuando se hacen con generosidad de ingredientes. Además, es un plato económico y por eso casi toda la hostelería los añade en sus cartas.
2- Los calamares y chipirones. Son tan ricos y se pueden preparar de tantas maneras que siempre acaban estando presentes en la carta. Gracias a los cefalopodos congelados para hosteleria están disponibles todo el año y si en verano apetecen a la plancha, en invierno nos gustan más fritos o en guiso. También forman parte de otros platos, como de los arroces caldosos, que en invierno sustituyen a las típicas paellas y que entran mucho mejor tanto a la comida como a la cena.
3- Las tortillas. Se venden mucho en verano, pero más todavía en invierno porque ya sin el calor la gente confía más en este tipo de producto. Las hay de todos tipos y sabores y más allá de la polémica de si debe o no llevar cebolla, hay quién se apunta a tortillas de todo tipo. Tanto es así, que existen establecimientos cuya carta está basada exclusivamente en este producto o que tienen, cuando menos, un apartado de tortillas en su menú.
4- Los cocidos. En cada región de España se hace un tipo de cocido diferente, algunos más contundentes y otros más sobrios, pero en ningún caso es una comida ligera. Carne, verdura, patata y algunas legumbres suelen ser las características comunes de estos platos que aportan muchas calorías y que implican una digestión pausada para poder disfrutarse como es debido. Quedar para comer un buen cocido cuando hace frío es el mejor plan sin lugar a duda.
5- Las sopas. Calentar el cuerpo con una sopa o un caldito siempre se agradece cuando llega el frío. Son platos ligeros pero muy reconfortantes y por eso cuando llega el frío casi siempre están en la lista de los más deseados como entrantes.