Si eres enfermo de cáncer y te han invitado a participar en ensayos clinicos cancer seguramente te estés preguntando si es buena idea aceptar y si todo es tal y como te lo han planteado o hay algún aspecto oculto que no conozcas sobre el tema. Tal vez, tu familia tenga miedo de que te usen como “conejillo de indias” y traten de que desistas de hacerlo. Saber toda la verdad sobre los ensayos clínicos te ayudará a tomar la decisión más acertada.
Los ensayos clínicos se realizan por varios motivos, pueden ser para probar un nuevo medicamento. En estos casos el medicamento ya habrá sido probado en laboratorio y tiene que haber pasado por una amplia serie de controles que garanticen, dentro de lo posible, que no será peligroso para las personas. Es el tipo de ensayos que da más miedo al paciente porque se trata de algo que no ha sido probado antes y que puede salir muy bien, pero también puede no funcionar. Además, en este tipo de ensayos no todo el mundo suele recibir el tratamiento por lo que es posible que se de un placebo.
Si finalmente el tratamiento no funciona o se ha dado un placebo, el paciente puede tener la sensación de haber perdido el tiempo, pero si funciona, puede estar disfrutando una oportunidad única de conseguir lo más avanzado en la lucha contra su enfermedad.
Otros estudios se hacen para comparar medicamentos que ya están en el mercado. El paciente toma el medicamento que ya iba a tomar de todas formas, pero sometiéndose a controles para poder compararlo con quienes toman el otro tratamiento y comparar los resultados. En este caso no suele haber mucho que perder y sí que ganar, ya que todos esos controles que se van a realizar son un plus para el paciente que estará mucho más vigilado.
No suele haber muchas negativas a participar en este tipo de estudios a no ser por el tiempo que es necesario para realizar las pruebas y que en algunos casos se prefiere gastar de otras maneras, como por ejemplo, disfrutando más tiempo de la familia.
En cualquiera de los casos, los médicos e investigadores siempre le dan al paciente toda la información que necesita para tomar una decisión responsable y no es posible ocultarle al paciente ningún dato ni ningún tipo de riesgo que se pueda correr.