¿Cómo se consigue la leche desnatada?

El procesado de la leche desde que sale de la granja hasta que llega a nuestro hogar es largo y laborioso. Pero, ¿es tan artificial como algunos cuentan? Vamos a ver uno de los casos más polémicos, la leche desnatada. Algunos se preguntan si es leche auténtica porque su sabor es muy diferente al de la leche natural. Otros, defienden que toda la leche en el mercado sabe diferente de la leche cruda debido a su procesado. Vamos a saber un poco más sobre el tema.

Antes de nada vamos a definir que es leche desnatada. Se considera leche desnatada aquella que tiene como máximo un 1% de materia grasa. La que supere esta cantidad será leche semidesnatada o leche entera, según el caso.

Una vez que la leche llega a la fábrica el primer paso es analizarla para ver que todo es correcto. Superado el análisis,  si no se va a procesar al momento es calentarla a unos 60 grados de temperatura para eliminar gran parte de las bacterias que pueda contener. Si se va a procesar, el primer paso es someter la leche al proceso de homogeneización. Este proceso hace que las partículas de grasa se rompan y se mezclen con las del resto de la leche, creando un producto con una apariencia más homogénea. Normalmente, la grasa de la leche hace nata encima, pero no ocurre así cuando la compramos. Ahora ya sabes que el motivo no es que no tenga grasa, sino que está homogeneizada con el producto.

Quizás no sepas que tras este paso, el siguiente es separar toda la grasa de la leche en una centrifugadora. Siempre, en todo caso, incluso si se va a vender leche entera. A continuación, se le añade a la leche el porcentaje de grasa que se desee en función de si va a ser leche entera, desnatada o semi. ¿Por qué se separa toda la grasa siempre? Fácil, porque las vacas no dan leche con unos porcentajes de grasa idénticos. Son muchos los factores que influyen, incluida la estación del año. De esta manera, el producto que se ofrece al consumidor sí es constante y siempre es el mismo.

A continuación, la leche se somete al proceso de pasteurización o de esterilización según corresponda, ambas técnicas se realizan mediante el sometimiento de la leche a temperaturas concretas. Por último, se envasa y va al comercio.